16 de junio de 2014

La sinergia

Hoy en día, el término sinergia está viviendo un momento de “esplendor” y es que sea en las organizaciones o en las relaciones individuales aparece en forma de mantra.

La implicación que tiene el concepto en cuanto a las personas y nuestra forma de relacionarnos hace alusión a la teoría de sistemas y a la cultura en la que todos nos desenvolvemos, así que hay que hablar de una cultura de interconexión que hace enriquecer a los miembros por el mero hecho de sumar frente a las individualidades, enriqueciendo a todos los partícipes mucho más que en las actuaciones individuales.

1+1 no suele ser igual a 2 si se trabaja en equipo (en general, puede haber algún contadísimo caso en que no llegue a los 2, claro!) sino un número que se incrementa exponencialmente por la riqueza de las vivencias de los que aportan al proyecto ya que al poner en común es fácil que lleguen ideas, que puedan surgir planteamientos nuevos…

Si la dinámica imperante se basa en sentimientos positivos del tipo win win, la escucha, la cooperación, respeto, implicación de los miembros… en ese ambiente se genera la multiplicación, ya que se convierten en equipos seguros, confiados, donde resulta incluso posible el encuentro de sentimientos difíciles tales como la empatía, lo que resulta improbable en equipos o grupos que no hayan generado dicha confianza.

Es evidente que en este tipo de relación el individuo sirve con el mismo acto y al mismo tiempo a su beneficio personal y  grupal, no suele existir contradicción además entre ambas ya que las energías se gastan en ser creativos, no en defenderse.

Banco MorgueFile
La necesidad de las organizaciones por aprehender esta técnica hace que en la actualidad se busquen equipos cohesionados, y eso lleva a formas jerárquicas diferentes a las establecidas en la actualidad, ya que para que exista realmente la sinergia debemos ubicar el poder y la responsabilidad en el rol y organizar equipos de manera que cada rol tenga un cumplimiento adecuado, lo que exige una revisión sistemática de los propios roles, de situaciones poco definidas… siempre con el interés de mejorar el rol, y por ende, el equipo como estructura.

La sinergia por tanto, es consecuencia de una forma de organizarse y de un estilo de liderazgo, en ningún caso de altruismo o  voluntariedad; los equipos deben elegir el consenso para decidir aquello que le atañe y el líder debe asumir el rol facilitador y de coordinación para que los equipos sean realmente sinergéticos.


Sandra Negreira




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