11 de junio de 2015

Trabajar en la nube no es solo cuestión de tecnología

La primera vez que escuché hablar de “trabajar en la nube”  no supe que pensar. La verdad es que la imagen mental no desagrada porque se ve un sitio blandito y acogedor, eso sí, está el tema de que te vengan a la mente los anuncios de Ausonia.

Parece ser que los norteamericanos, tan extremos siempre para lo bueno y para lo malo, estaban preocupados en su momento por la posibilidad de que una buena tormenta mandara al traste las nubes. Quiero pensar que eran poquitos los que tenían esta angustia.

Otra cosa que pensé es que, se tratara de lo que se tratara, a los gallegos no nos iba a ganar nadie. Como expertos en el tema nos tocaba estar a la cabeza, todo lo más habría que compartir el éxito con los asturianos.

Bromas aparte y aclarado más o menos el tema, todo parecía ceñirse a trabajar con una determinada tecnología que nos permitía guardar y acceder a nuestros datos en cualquier momento y lugar y desde cualquier dispositivo.

En realidad empecé a trabajar en la nube bastante antes de saber que lo estaba haciendo, cuando buscaba en internet o cuando accedía a Facebook desde cualquier dispositivo.

Fue trabajando, es esa fase de pasar de guardarlo todo en el ordenador a colocarlo en un lugar donde todo el equipo pudiera acceder, cuando di cuenta de que no estábamos hablando de tecnología, sino de una nueva forma de trabajar, una nueva de hacer.



Toda una nueva forma de pensar y actuar. 

Resumamos en una imagen esta evolución.

Pasamos de un tiempo en que una cabeza brillante era la que recordaba muchas cosas y nos asombraba al escucharla todo su saber, a un tiempo en que los datos estaban en una máquina y los podíamos consultar. Finalmente los datos están ahí todo el tiempo, no hace falta acumularlos accedemos a ellos en cualquier momento y lugar, y los encontramos actualizados.

Es difícil sin embargo no dejarse llevar por “el que guarda siempre tiene” y acumular “por si acaso”.Sobre todo es difícil entender que no tenemos una nube para cada uno, tenemos una nube para todos.
Como muchas de las cosas que están sucediendo en este momento, estas herramientas se integran muy bien en los entornos innovadores en los que se están desarrollando. Sencillamente porque han nacido para prestar servicio a esos entornos, y porque ese tipo de empresas no solo son innovadoras sino que en general son nuevas. 

Así tal cual “nuevas”, lo que significa que no tienen que cambiar su paradigma anterior porque no tienen ningún paradigma anterior que superar.
En los entornos más clásicos se irán introduciendo poco a poco muchos de las novedades y nuevas formas de trabajar. Lo harán en la medida en que las personas evolucionemos a nuevas formas de pensar y de trabajar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario